Tema 6 Hogar. "Y Martha Le Recibió En Su Casa"
Base Bíblica: Lucas 10:38
Propósito
Conocer la insistencia de Dios de entrar a nuestro hogar y las bendiciones que podemos recibir al permitir su entrada.
INTRODUCCIÓN
A. Cuando Jesús vino a esta tierra se gozó en visitar varios hogares, él es el autor del matrimonio y muchos se vieron bendecidos en su hogar con la presencia de Jesús.
B. Su presencia en esos hogares se convirtió en una bendición.
C. Mencionaremos algunos de ellos:
- Cuando fue a la casa de Pedro, sanó a su suegra.
- En la casa de Jairo resucitó a su hija.
- Fue a la casa de Simón a quien había sanado de lepra.
- A la casa de Zaqueo llevó la salvación.
- En la casa de Martha y María resucitó a Lázaro.
D. De todos los hogares a los cuales Jesús visitó el que más disfrutó de su presencia fue el hogar de Martha, María y Lázaro. En medio de su agitada vida, hallaba tranquilidad en este humilde hogar. La última semana de su ministerio de Jerusalén, Jesús regresaba a Betania para descansar en este hogar.
"Y Martha le recibió en su casa"...2
E. Así como Jesús visitó estos hogares llevando bendición, hoy también quiere entrar en nuestras casas y bendecirnos.
F, Analicemos el texto de Apocalipsis 3:20 y apliquemos estas palabras al hogar:
DESARROLLO
A. "He aquí yo estoy a la puerta..." (3:20)
a) El es el Dueño de nuestros hogares, de nuestras vidas y de todo lo que tenemos, tiene el poder de entrar, pero no lo hace, a menos que nosotros lo invitemos a entrar.
b)El no se sienta a esperar, el viene en busca de nosotros.
c)Toca insistentemente, pero no abre la puerta, pacientemente espera, con la esperanza de que en algún momento le abramos.
d) Jesús llegó hasta la casa de Martha en Betania.
B. "... y llamo..." (3:20)
a) Jesús nos llama insistentemente, él nos conoce por nombre, el sabe cuales son nuestras necesidades.
b) Las verdaderas ovejas oyen su voz y lo siguen (Juan 10:3).
"Y Martha le recibió en su casa"...3
C. "...Si alguno oye mi voz y abre la puerta..." (3:20)
a) El abrir es un derecho que Dios dá a cada ser humano.
b) Jesús quiere entrar para estar en nosotros y con nosotros.
c) Los que oyen su voz y abren la puerta tienen el privilegio de disfrutar de las bendiciones de Dios. El hogar de Martha, María y Lázaro fue grandemente bendecido. También lo fueron los otros.
d) Jesús nunca se va de un hogar sin dejar bendición, sin resolver los problemas, sin satisfacer las necesidades.
e) Cuánto bien reciben aquellos que escuchan su voz y le abren la puerta. Y cuantas bendiciones se pierden aquellos que son indiferentes a la voz del Señor.
f) Abrirle la puerta a Jesús no sólo significa decirle ven, sino requiere cambio en nuestra vida.
g) Comentando la invitación que le hicieron los dos hombres que iban a Emaús (Lucas 24:13-15). Elena de White comenta: "Sí los discípulos no hubiesen insistido en su invitación, no habrían sabido que su compañero de viaje era el Señor resucitado. Cristo no impone nunca su compañía a nadie. Se interesa en aquellos que le necesitan. Gustosamente entrará en el hogar más humilde y alegrará el corazón más sencillo. Pero si los hombres son demasiado indiferentes para pensar en el Huésped celestial o pedirle que more con ellos, pasa de largo. Así muchos sufren grave pérdida. No conocen a Cristo más de lo que le conocieron sus discípulos mientras andaban con él en el camino. (DTG. pág.741).
"Y Martha le recibió en su casa"...4
h) Posiblemente en este momento no tengamos grandes problemas o grandes necesidades. Martha nunca pensó cuando le abrió la puerta a Jesús que poco tiempo después su hermano enfermaría y moriría y que gracias a la amistad con Jesús y a que le había abierto la puerta de su hogar su hermano volvería a vivir.
D. "... entraré a él, cenaré con él y el conmigo" (3:30)
a) Muchos expresan que sentirían gran placer en invitar a Jesús a su hogar si él viniera a esta tierra, pero preguntémonos ¿Cuánto tiempo disfrutaría de su presencia?.
b) Pensemos qué sería tener a Jesús un día en nuestra casa:
- ¿Qué lugar de nuestro hogar le daríamos para dormir?
- ¿A qué hora nos levantaríamos?
- ¿Qué sería lo primero que haríamos por la mañana?
- ¿Qué desayunaríamos?
- Si Jesús nos acompañara a nuestro trabajo, negocio, o quedara en nuestra casa, ¿sería igual nuestro comportamiento?.
- Al terminar la actividad del día , en qué nos recrearíamos? ¿Qué programas de Tv veríamos?
- Cómo trataríamos a nuestro cónyuge y a nuestros hijos?
c) Martha le abrió la puerta, pero cometió el error de preocuparse más por hacer y dar cosas a Jesús, que por estar con él. Muchos atendemos todas las actividades que se nos requiere y esto puede ser bueno, pero nunca debe ocupar el tiempo que debemos estar con Jesús.
"Y Martha le recibió en su casa"...5
Al abrirle la puerta y recibirlo en la casa como lo hizo Martha, dediquemos tiempo para estar con él, como lo hizo María.
d) Posiblemente muchas cosas serían diferentes en nuestro hogar. Tal vez algunos le sugeriríamos a Jesús, después de uno o dos días, que visitara otros hogares, para nosotros poder arreglar cuentas o hacer actividades que no pudimos realizar frente a Jesús.
CONCLUSIÓN
A. Aquellos que oyen la voz de Jesús en esta tierra y le obedecen, podrán tener el gozo de escucharlo cuando aparezca en las nubes de los cielos y diga: "Venid benditos de mi Padre y heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo".
B. Aquellos que le abren la puerta de su corazón y de sus hogares, tendrán también el privilegio de ver abrirse las puertas del cielo y entra gozosamente.
C. Aquellos que le abren la puerta y cenan con Jesús en esta tierra, tendrán el gozo de sentarse alrededor de aquella gran mesa para celebrar la Cena de las Bodas del Cordero.
D. El poema "Bendición del Hogar", dice:
Dios mio:
Entra en esta casa, ven a bendecirnos,
Este hogar te aclama, ven a redimirnos;
Sus puertas te abre, ven a dirigirnos.
Sé tu quien presida nuestra humilde mesa;
que aunque sobre ella un pan sólo hubiera
tú lo repartieras.
Que no haya hijo pródigo, altanera o flojo.
Ni sirviente malo que odiara a su amo,
Ni esposa ligera,
Ni marido infiel que a ella le fuera.
Que no haya egoísmos, ni intereses, que todos vivamos unos para otros.
Infúndenos fuerza para que por dura que sea la tarea
nunca decaigamos y parezca amena.
Que las alegrías juntos disfrutemos; y si llanto hubiera en algunos
de ellos todos acudamos a seer su mal menos.
Que al final del día todos entonemos una melodía
para darte gracias por tus regalías.
Y todos tranquilos, sin remordimientos caigamos dormidos
en un mismo sueño;
Y tú satisfecho te quedes con ellos a
vivir por siempre bajo este techo.
Anónimo
D. Llamado
Abrámosle la puerta a nuestros hogares, como Martha y disfrutemos de su presencia y de sus bendiciones.
Tomado de: Semana de Oración. Vida en Familia. Familias Consagradas. Iglesias Poderosas. Pr. Edgar Redondo. Iglesia Adventista del Séptimo Día. Colombia.
Comentarios
Publicar un comentario