CRISTO DICE: NO SE ANGUSTIEN


Texto:  Juan 14:1-3

I. El Ser humano, por lo general, vive angustiado.

A. ¿Qué es lo que aflige al ser humano?

  1. No tener donde vivir
  2. No tener empleo
  3. No tener como suplir las necesidades básicas de la familia
  4. A un padre le angustia ver a sus hijos aguantar hambre y no tener pan para darles.
  5. Seguramente hay muchos más motivos que preocupan a una persona.

B. Ciertamente, nadie quiere ser atormentado. Sin embargo, la angustia tiene algo positivo:

  1. Es la oportunidad de volver nuestros ojos a Dios (Deut. 4:30,31)
  2. Jesús dice "no se angustien, confíen en Dios". (Juan 14:1)

II. Razones por las cuales no debemos angustiarnos:

A. "En la casa de mi Padre hay muchas moradas". (Vers. 2)

  1. ¡Qué poder tienen estas palabras! Ha sido y es el consuelo de todo cristiano, de todo peregrino en esta tierra.
  2. Cristo vino al mundo por nosotros. El cumplió su misión en la tierra y se fue a "preparar un lugar".
  3. Cristo está en el cielo trabajando por nosotros.
  4. Está preparando nuestro futuro para que "estén conmigo donde yo esté".
  5. Cristo está ocupado en una tarea muy importante, "preparando un lugar para vosotros".
  6. Estas palabras conmueven el corazón del más duro criminal y hacen que el empedernido pecador abandone sus caminos de desobediencia.
  7. Estas son palabras de ánimo para el creyente fiel, para el que lucha cada día por "esperar  y apresurar la venida del Señor".
B. Pronto estaremos en la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
  1. ¿Qué es lo que hace atractivo un hogar?
  2. ¿Son acaso sus muebles?, ¿sus jardines?, ¿sus cuadros?, lo confortable de sus habitaciones?, ¿o las personas que viven en la casa?.
  3. "En la casa de mi Padre".  Esto debe darnos confianza, seguridad y alegría de saber que vamos a estar en el cielo con nuestro Padre, no por un momento,  sino por la eternidad.
  4. ¿Hemos pensado por un momento que será cuando toda la familia de la tierra se reúna "en la casa de mi Padre"?
  5. Ese día los tímidos, los reservados los temeroso, podrán libremente ir al Padre y expresar su gratitud por la salvación.
  6. Hay algo más que debe llenarnos de gozo mientras llega ese día , y es que hay lugar para todo el que quiera ir al cielo.
C. El Padre ha hecho provisión para todos los que lo acepten.  "Muchas moradas hay". (Vers.2)
  1. ¡Qué maravillosas palabras!.  Alabado sea el Padre Eterno!.
  2. Porqué Él es amplio y generoso, porque hay suficiente espacio y "lugar para todos en la familia de Dios".
  3. Al recibir a Cristo en nuestro corazón, recibimos también la herencia, la "morada eterna", "la corona de justicia" y mucho más.
  4. Por tanto, Cristo debe ser para nosotros fe y esperanza; valor y gracia; santificación y redención.
  5. Cristo anhela que confiemos completamente en Él y en sus seguras promesas.
  6. Con la sencillez de un niño pongamos nuestra fe y confianza en la promesa de Jesús: "volveré".
  7. Tengamos la certeza que Cristo hará por nosotros todo lo que ha prometido.
  8. Acudamos todos al Salvador con la seguridad que Él hará todo lo que ha prometido.
  9. Hoy el Señor nos está invitando para que acudamos pronto a Él, pues, aún hay lugar. (Lucas 14:22).
  10. Son millones y millones de personas que a través de los tiempos han respondido a la invitación de amor, pero "aún hay lugar" para nosotros y "toda nuestra familia".
III. No debemos angustiarnos, porque Jesús pronto volverá. "Vendré otra vez" (vers. 3).

A. ¡Bendita y maravillosa promesa!
  1. Esta promesa es una realidad para el que muere en Cristo, porque "Dios traerá con Jesús a los que durmieron en Él". (1 Tesal. 4:14).
  2. Será una realidad para todo aquel que acepte ahora a Jesús como Salvador y Señor de su vida.
  3. Será una realidad en ocasión de la segunda venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
  4. Si tan sólo creyéramos en esta promesa y confiáramos en el que la hizo, no tendríamos porque estar "angustiados" aún al borde de la tumba.
  5. Jesús viene pronto a llevarnos para que estemos donde Él está.  Debemos estar preparados para ir con Él.
"Jesús viene pronto y nuestra posición debería caracterizarse por una actitud de espera y de vigilia en anticipación a su llegada.  No debiéramos permitir que nada se interponga entre Jesús y nosotros. Aquí tenemos que aprender el cántico del cielo, para que cuando nuestra lucha haya concluido nos podamos unir al himno de los ángeles celestiales en la ciudad de Dios. ¿Cuál es ese canto? Es la alabanza, el honor y la gloria que se le rinden a Aquel que está sentado sobre el trono y al Cordero por los siglos de los siglos". (Exaltad  a Jesús. Dic.24).

IV. Muy pronto se cumplirá la promesa que hiciera Jesús antes de partir.

A. "y os llevaré conmigo, para que donde yo esté vosotros también estéis".
  1. El encanto en el cielo será la presencia de Jesús.
  2. Tendremos el gozo de ver cada día el bondadoso rostro de Jesús.
  3. Cada día disfrutaremos del a compañía de nuestro Salvador.
  4. Tendremos el privilegio de ver a Jesús como una persona real y visible en la gloria de su divina humanidad.
  5. Podremos oír su voz, hablándonos como a sus "amigos" que somos (Juan 15:15).
  6. ¡Qué gozo poder estrechar su mano!. Contemplar sus cicatrices que me recuerda que esetoy ante su presencia, solo por su gracia y amor.
"Me regocijo en las brillantes perspectivas del futuro y  lo  mismo  puede hacer usted.    Tengamos buen  buen ánimo,  y  alabemos  al Señor por su misericordia hacia los hijos de los hombres.  No mire hacia el lado sombrío de las cosas.  Tenga fe en Dios. Somos propiedad de Cristo, recordemos que nos ama y que es nuestro ayudador y nuestro Dios". (Cada Día con Dios, febrero 5).

V. Invitación Final 

A. "No se angustien". ¡Jesús ya viene a llevarnos!

  1. ¡Muy pronto! vendrá nuestro querido Salvador rodeado de esplendor y de su propia gloria.
  2. Le acompañaran "millones de millones y millares de millares de ángeles, los  hermosos y triunfantes hijos de Dios, que poseen una inconmensurable hermosura y gloria".
  3. Vendrá como "Rey de Reyes". "En lugar de la corona de espinas, Él llevará una corona de gloría: una corona dentro de una corona". (Dios nos cuida, abril 30).
  4. Vendrá luciendo sus vestiduras reales, puras y tan blancas que "ningún lavador en la tierra los puede hacer hacer tan blancos" (Marcos 9:3).
  5. Para poder participar de esta maravillosa promesa debemos permitir que Jesús entre en nuestra vida hoy mismo.
  6. Él hará los cambios que crea conveniente para que podamos estar listos y salir a su encuentro en su gloriosa venida.
  7. Antes de morar con Cristo en el cielo, debemos permitir que Él more en nuestro corazón ahora. (Apoc 3:20).
  8. ¿Cuántos están dispuestos a permitir que Cristo tome el control de su vida desde ahora, aceptándolo como su salvador personal? 
  9. Que Dios les bendiga.
(Tomado de:  IASD. Ministerio Juvenil. Unión Colombiana. Jóvenes predicando con el espíritu y el poder de Elías. Tema 1)

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